El tipo de fibra insoluble que se encuentra en la cebada puede prevenir la formación de cálculos biliares, ayudando a que la vesícula funcione normalmente y reduciendo el riesgo de cirugía. La hierba de cebada puede ser beneficiosa para el asma, la dermatitis, la obesidad, la reducción del nivel de colesterol, la anemia, la artritis, la gastritis, las úlceras pépticas, el equilibrio de los niveles de azúcar, el daño celular causado por los rayos X, las enfermedades cardíacas, las enfermedades hepáticas y las alergias. La hierba de cebada es naturalmente alcalina y ayuda a neutralizar el exceso de acidez en el cuerpo cuando se consume.
Vitaminas y minerales: La hoja de cebada contiene potasio, calcio, magnesio, hierro, cobre, fósforo, manganeso, zinc, betacaroteno, B1, B2, B6, C, K, ácido fólico y ácido pantoténico. De hecho, la cebada verde contiene 11 veces más calcio que la leche de vaca, casi 5 veces más hierro que las espinacas, 7 veces más vitamina C que las naranjas y 80 mg de vitamina B12 por cada cien gramos. Los 8 aminoácidos esenciales se encuentran en la hierba de cebada.
